Habiéndose iniciado el mes de octubre, víspera del mes cuando el Cantón Manta de la provincia de Manabí (Ecuador) conmemora y celebra su aniversario, el centésimo esta vez, es indudable que toda su población está motivada para integrarse a cualquier iniciativa que procure llevar a las alturas el punto culminante de la celebración en curso.
Siendo así, propongo que todos los habitantes del territorio cantonal -mujeres, hombres; niños, jóvenes y adultos- engalanemos expresamente todos los espacios de nuestra vida diaria (vivienda, trabajo, oración, recreo), haciéndolo de la mejor manera que podamos.
Que en toda gala esté presente la bandera de Manta y en toda reunión cívica se escuche el himno cantonal. Que en todas las decoraciones primen los colores celeste y blanco de la bandera; y, donde sea pertinente y posible, hayan grandes fotografías alusivas a la identidad del cantón: el mar, la navegación, la pesca, la industria, el comercio, las artes, el turismo, los deportes, etc.
Todos podemos contribuir para lograrlo, cada quien según sus gustos y disponibilidades. ¡Pero hay que hacerlo ya, porque el 4 de noviembre está a la vuelta de la esquina y el engalanamiento debe notarse durante todo este mes!
Es preciso hacer que todos, propios y extraños, vivamos estos días un ambiente generalizado de celebración, que recuerde la responsabilidad cívica colectiva de mostrarnos orgullosos y felices por ser lo que somos y tenemos, y por la tierra que nos acoge y permite el desarrollo de nuestras vidas.
Que en ningún lugar del territorio cantonal falten las muestras de celebración, y menos en los diversos espacios dedicados al quehacer turístico y cultural. Esta actitud colectiva estimulará la economía y mejorará nuestra esperanza en el porvenir.
José Risco Intriago.
MANTA (Año 100 del cantón), miércoles 05 de octubre del 2022.
OPINIÓN PROVOCADORA 
Mis felicitaciones, muy estimado José Risco, por su aliento a que nuestra cuidad se engalane desde las casas de quienes moramos nuestro centenario cantón. Que el civismo nos abrace y con ello abracemos a los demás en nuestra Manta querida.
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